Ayer, 24 de mayo de 2010, con la reinaguración del Teatro Colón, pude pensarme en esa significación otorgada por los medios de comunicación a la ausencia de nuestra "querida presidenta".
Se pudo observar en la "alfombra roja", un ícono del la cultura extranjerizante en el día de la patria, los personajes que la empresa privada contratada con exclusividad, entendía que debían participar de una entrevista, aunque fuera muy pequeña...
Allí pudimos ver a Mirtha Legrand, Susana Gímenez, Valeria Mazza, Majul, el negro Oro, entre otros artistas, propios de una entrega de "Oscar", junto al "staff" de políticos impresentables, simplemente por actitud, unidos en una suerte de amasijo que no ligaba con nada...
Y es esta la Argentina de culto, la que se muestra sin vergüenza, la que pone en igualdad a Macri con Biolcatti, a Cobos con Reutemann, a González Oro con Majul, a Valeria Mazza con Mirtha Legrand, a Susana Gimenez con Eleonora Casano...
¿Es esta la Argentina de culto que desdeña lo popular?
La oligarquía no pasó por la alfombra roja. No necesita pasar. Su poder es un poder real. Un poder que se sirve de todos estos "idiotas útiles" que han llegado a adquirir posición y dinero gracias a lo popular, pero que se ponen de espaldas a lo popular preservando y defendiendo los intereses de la Argentina privilegiada.
En el fondo, esta especie de patetismo cultural, nos empuja a creer y querer como nunca la resignificación de la mujer argentina enarbolada en la figura de nuestra presidenta Cristina.
Es por ello que me declaro "CRISTINISTA".
Admiro su cultura, su elegancia, su belleza y su patriotismo. Me identifico con una profesional que no se la cree, con una esposa que no hace alarde de su felicidad, con una madre que no da cátedra...
Me quedo con su sensibilidad, con su coraje indoblegable y con la claridad que tiene su norte...
¡¡¡¡¡Viva la Patria!!!!!