Ayer en el programa de Leuco, transmitido por el Canal 26, tuve oportunidad de escuchar la editorial de cierre de Eliaschev.
En ese comentario final vimos a un hombre enojado que trataba de no demostrar, sin lograrlo, el resentimiento que los acontecimientos de público conocimiento habían provocado en su humanidad.
Es indudable que hubo un factor sorpresa. Más allá de la muerte misma, la sorpresa obligó al periodista a "apuntar" hacia la juventud.
Cuando los narradores de novelas se creen su historia parecen locos o patéticos. Es evidente que este periodismo se creyó su propio relato.
No es casualidad encontrarnos frente a un bloque compacto de profesionales de la palabra abroquelados en la persistente ceguera política tratando de explicar lo inexplicable.
Nos han mentido burdamente.
La muerte de Kirchner ha dejando al desnudo la mentira y la infamia frente a un pueblo argentino que no les creyó.
Aquel Maquiavelo, del que tanto se habló, aquella crispación kirchnerista tan fogoneada, aquella demonización del hombre, se desvaneció en una jugada del destino y el designio provocó una metáfora maravillosa. Esa poesía del dolor, esa mística militante los condenará para siempre.
Es claro que de esta falta de credibilidad no se vuelve. Se jugaron el capital profesional.
No tardará Magnetto, ni el establishment en cambiar las "figuritas" que han quedado expuestas por esa falta de capacidad para interpretar con arte sin que se muestren las uñas.
Demonizaron a Néstor hasta tal punto que lo convirtieron en bandera, en simiente y basamento de su crítica.
Hoy, muerto el hombre, el eje se cae como castillo de naipes.
Todas las argumentaciones del pasado reciente se abortan ante esta REALIDAD.
El relato de la realidad se fantasea, se matiza, pero no se puede mentir maliciosamente, agregando y sumando fuego contra un hombre, un simple hombre cuyo único capital fueron sus convicciones.
Eliaschev como tantos otros, como Majul, por ejemplo, hace responsable a “678” del odio y el rechazo que el pueblo tiene hacia el periodismo. Se resisten a hacerse cargo de su conducta.
Majul se jactó muchísimas veces de los miles y miles de ejemplares que vendía.
Es decir, tiene algún acompañamiento.
Lo que le sucede es la falta de acompañamiento popular. Es el precio que debe pagar por colocarse en ese lugar antipopular.
Lo que sí quedó demostrado es que el pueblo no les cree, simple y sencillamente eso. Como dijo Víctor Hugo: Estos personajes trabajan para los que quieren que les mientan.
Eliaschev se equivoca torpemente cuando sugiere a la juventud "camporista" que debe estudiar "toda" la historia, haciendo una referencia mentirosa con respecto a Balbín.
Digamos que Balbín se amigó con Perón con el féretro de por medio.
Así cualquiera.
Habla de los pibes violentos de los '70, acusando a Perón de haberlos apoyado y me parece que es Pepe el que tiene que agarrar los libros.
La violencia tiene larga data. No empezó en los '70.
Habla de Balbín y se olvida de Yrigoyen. Se olvida cómo sacaron a la calle los cuatro bártulos que tenía el caudillo radical en busca de lo que, supuestamente, se había robado.
La historia, Pepe, tiene sus claroscuros.
Si vamos a hablar de historia hablemos del robo del cadáver de Evita.
De los pibes muertos en el bombardeo a la Casa Rosada. De la revolución fusiladora.
De la proscripción y la resistencia peronista.
De la persecución y el odio a todo lo popular en nombre del aluvión zoológico.
De los Montoneros.
De la la Dictadura.
De la otrora impunidad de la Dictadura.
De los nietos y de los 400 nietos que aún no tienen su identidad.
De los políticos que no quisieron adelantar las elecciones en el gobierno de Isabel porque tenían miedo que volviera Cámpora.
Ese mismo Cámpora que hoy con tu inefable inimputabilidad calificás desde tu renguera histórica mintiendo la historia.
A los que fuimos testigos históricos y militábamos no nos poder manipular.
El “tío” renunció simplemente porque Perón había sido el único ciudadano argentino que no había tenido derecho a participar de las elecciones porque estaba PROSCRIPTO, sí la poca democrática palabra proscripto mientras los radicales, como siempre, miraban para el costado.
El radicalismo no apoyó al gobierno para adelantar las elecciones porque decidió apoyar, entre bambalinas, el nuevo proyecto que se venía y de paso "exterminar" al peronismo militante tan odiado, que hoy como ayer, se revitaliza y se seguirá revitalizando con los jóvenes.
La historia también te condena a vos que fuiste durante el gobierno de Alfonsín cómplice de la censura, vos que hoy criticás la Ley de Medios por poco democrática.
No olvido cuando ingresaste a radio Belgrano de la mano de los jóvenes radicales de la Coordinadora que "entornaban" a Alfonsín ocupando el lugar de Ovidio Martínez, que hacía un programa crítico hacia el gobierno y fue censurado.
Ahí no fuiste tan democrático.
Los hombres, más allá de la declamación, hablan por sus actos.
Vos como mínimo sos un tipo olvidable.
Respuesta de Elischev enviada por correo.
Encabezamiento: DATOS
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Hola María Inés:
Creo que te equivocas: yo nunca en mi vida trabajé en Radio Belgrano, ni saqué de ningún lado a un tal Ovidio Martínez, a quien no conozco.
Tu texto tiene otras imprecisiones, pero ésta permite verificar el nivel de precisión de otras tus imputaciones.
Para tu información, bastante antes de la muerte de Perón, el General lo recibió a Balbín en Gaspar Campos y, como se encargó de revelarlo una ya abundante bibliografía, no dejo un solo momento de consultarlo y tenerlo en cuenta hasta antes de su muerte. Las palabras de Balbín en la capilla ardiente fueron las últimas, pero no las primeras.
Si tenés ganas de conversar y que te siga aclarando cosas, no tengo problemas en hacerlo.
Me ubicás con toda sencillez en mi oficina
Pepe Eliaschev
Respuesta:
Quizá la radio no era Radio Belgrano, porque podría haber sido Splendid o Excelsior, pero el DATO es veraz.
En cuanto a las consultas del General Perón es verdad que existieron, pero mi idea era desgranar la falta de voluntad política que hubo para dar una salida diferente al golpe de Estado.
También Balbín dijo que la única salida pasaba por las instituciones pero en los hechos históricos no fue así.
Tal vez su voz no representaba a todo su partido, pero eso es hacer valoraciones fuera de la historia.
La realidad fue que hubo consenso social y político para el golpe.
Como yo no formé parte de ese consenso, porque sabía que la guerrilla era la excusa para tomar el poder, siento que tengo el derecho de objetar que hoy, entrelíneas, estés comparando aquella juventud montonera con la juventud de hoy, fogoneando la vuelta al '75 y en eso no hay inocencia.
Si los pibes leyeron la historia, la oficial, no la otra, seguramente se estarán preguntando qué quisieron exterminar.
La realidad histórica es muy clara y además tenía y tiene un gran consenso: quisieron eliminar de la faz de la Argentina al peronismo.
Lo lograron porque la verdad es que hoy el peronismo como partido no existe.
Lo que sí hay hoy es la necesidad del pueblo para encontrar su representación política.
Kirchner, mal que les pese, fue el que encarnó esa representación popular, igual que Perón, por los hechos y no por la declamación.
Los pueblos son mucho más simples de entender de lo que creen los intelectuales pero esa sencillez tiene una profunda complejidad social e histórica que sólo se asimila abriendo la cabeza y el alma.
