En nombre de quien sabe qué ideas sobre institucionalidad esta oposición sin brillo y llena de lugares comunes pone en valor la intención de convencer sobre algo donde está a la vista la falta de respeto, la improvisación y la ausencia de valores.
Aquel viejo paradigma sobre los mejores hombres son los que la sociedad destaca quedó en un olvidado baúl junto a la bandera y la Patria.
Todavía recuerdo a los jubilados pidiendo por sus derechos y muriendo uno a uno sin lograr sus objetivos de justicia.
Hoy resulta ser que el gobierno que más se ha ocupado del tema pretende ser cuestionado por esta pléyade de impresentables cuyas caras, algunas muy jóvenes lamentablemente, quedarán marcadas en la memoria emocional de su pueblo.
Estos agoreros que han defenestrado a las clases populares toda vez que tuvieron oportunidad de demostrar de qué lado estaban, hoy se regodean defendiendo un 82% móvil inaplicable, cuando no apoyaron, en su mayoría, el traspaso de las A.F.J.P. al Estado.
Me pregunto qué hubiera pasado con la jubilación de los argentinos si el gobierno no hubiera tomado la decisión de hacer este traspaso acompañada de los legisladores que con claridad, entendieron el tema.
Claro la distribución de las bancas era otra. Si hubiera sido la que tenemos hoy no hubiera sido posible.
Tampoco escuchamos de sus bocas la crítica al vicepresidente.
Independientemente de su conveniencia temporal deberían señalar la conducta de Cobos.
No es posible que no señalen lo insólito que es un representante del Poder Ejecutivo votando en contra de las posiciones del ejecutivo.
Don Cleto se siente un senador más, no la voz presidencial en el recinto y lastima la institucionalidad y todos aplauden.
Sabemos que muchos se disfrazan de democráticos y apenas asoma una dictadura son mano disponible para colaborar con ella.
Que lo desmienta Carrió, por ejemplo.
Nos gustaría que la oposición se despegara de Cleto… Pero es soñar con un imposible…
Mientras sea funcional a ellos lo tendrán en cuenta…
Lo que quedó claro es que la oposición no logró imponerse sin Cobos y esto demuestra que las promesas que hicieron sobre cambiar el Congreso para que deje de ser un escribanía quedó en promesas vanas.
No pueden en el Legislativo imagínenlos en el Ejecutivo…
Son de terror y muchos deberían llamarse a “cuarteles” de invierno.