Hay en la sociedad argentina, específicamente en la mujer, una actitud hacia las mujeres exitosas que merece un análisis. Es frecuente escuhar a las mismas, cuando se refieren a nuestra presidenta como "la yegua", le critican la apariencia, la marca de carteras que usa, su tono de voz, en fin chicanas y chicanas descalificadoras.
Como mujer me siento avergonzada de esta conducta, primero por obscenas y segundo por envidiosas. Para muchas representantes de otros países las condiciones de Cristina son vistas con admiración y su personalidad calificada como de un gran coraje político.
El machismo argentino es un lastre que se puede jactar de haber sido durante mucho tiempo, una fuente de fabricar boludas Son esas mismas boludas las que se manifiestan de este modo, demostrando la falta de solidaridad de género, su ignorancia supina y su incapacidad de aceptar que hay miles de mujeres que han sabido desarrollarse sin recostarse bajo el triunfalismo masculino.
Por eso y para que la balanza empiece a neutralizar agravios voy a decir que me siento ORGULLOSA DE CRISTINA, IDENTIFICADA CON SU CORAJE POLÍTICO, FELIZ DE SU FORTALEZA ESPIRITUAL, REALIZADA EN RECONOCERME EN SU EJEMPLO.
CRISTINA FERNÁNDEZ ES UNA PROFESIONAL EXITOSA, FUE UNA DE LAS LEGISLADORAS MÁS DESTACADAS CUANDO TODOS FIRMABAN A FAVOR DEL MENEMATO, TIENE UNA FAMILIA HERMOSA, ES AMADA POR SU ESPOSO, ES AMADA POR SUS HIJOS Y ES AMADA POR LOS QUE CON DEVOCIÓN POLÍTICA LA SEGUIMOS.
ESTAS REALIZACIONES A LA GENTE MEDIOCRE LES PRODUCE FOBIA. MAL POR ELLOS
¡ME DECLARO SIN TEMORES CRISTINISTA!